Apreciado Hno. Beltran,

Saludos en nombre de Jesus.  Su pregunta y sus preocupaciones son muy comunes entre muchos padres cristianos.  Es muy lamentable que nuestros hijos no entiendan el valor de la Salvacion.  Es muy importante para nosotros como padres mantener nuestra fe activa y confiemos en que Dios a su tiempo obrara positivamente.

Como padres son nuestros deseos que nuestros hijos crescan bajo la sombra del omnipotente.  Nuestra responsabilidad va mucho mas alla de llevar nuestros hijos a la Iglesia.  Es tambien nuestra responsabilidad de educar a nuestros hijos en lo que es la salvacion.  Hacemos esto desde su temprana edad para que cuando llegen a conocimiento de pecado puedan ellos de por si elegir el camino que deben escojer.

No podemos ni debemos obligar a nuestros hijos a escojer uno u otro camino.  Eso es responsabilidad de ellos pero si debemos de dirigirlos apropiadamente para que ellos puedan hacer una eleccion apropiada.  Por experiencia propia puedo testificarle que esta no es una tarea sencilla.

Tenemos 4 hijos (2 varones, 2 mujeres) todos ya mayores de edad.  De los 4 hay solamente uno que decidio tomar un camino que no es el mas apropiado.  Los otros 3 le sirven a Dios en diferentes capacidades y aman al Senor.  Hemos aprendido que no podemos desechar a aquel que ha escojido el camino equivocado, sino que con mansedumbre le hemos hablado hacerca de su propia desicion. El ha reconocido que sus caminos no son apropiados y que a su tiempo el ha de regresar a los caminos de Dios.

Lo que le recomiendo que haga con sus hijos es que los ame y como padre este ahi para socorrerlos en tiempo de necesidad.  Ahora es tiempo de practicar lo que por varios anios le ha enseniado a sus hijos.  Es tiempo de practicar el Amor de Cristo que esta en usted.

No pierda las esperanzas que no esta solo.  Confie en que Dios a su tiempo ha de recompenzar sus esfuersos.  Reconosco que no va a ser una tarea facil pero recuerde que las promesas de Dios no han sido en vano.  Estamos con usted en este momento de necesidad.

Rev. Alberto Ortiz