Hno. Muñoz su pregunta va mas allá de una sencilla respuesta. Es importante examinar todo el contenido de la situación para poder entender los pasos a tomarse. Creo que el asunto tiene dos áreas de importancia. Primeramente el estado civil de ambos y el segundo el estado espiritual de ambos.
Examinemos primeramente el estado civil de ambos. El estado civil de cada individuo no necesariamente determina el estado conyugal ante Dios. Es por eso que esto ha de analizarse detenidamente para saber si esta pareja estaría en libertad de unidad o necesidad de dirección.
De acuerdo a las escrituras la unión de una pareja es una unión de por vida. Nos dice la Biblia que en Génesis 2:24 “ Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.” Y en Mateo 9:6 “Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre.” Estos versos son repetidos varias veces en nuevo testamento. En Mateo 5:32 nos dice “Pero yo os digo que el que repudia a su mujer, a no ser por causa de fornicación, hace que ella adultere; y el que se casa con la repudiada, comete adulterio.” Estos versos nos dan a entender que la unión entre una pareja es de por vida y la única causa para la separación es el adulterio.
Ahora, tenemos también que tomar en consideración la condición del varón en cuestión. Esta en proceso de divorcio, la pregunta entonces será ¿Cuál fue la razón para su divorcio? Claramente vemos en Mateo 5:32 que fuera de fornicación no existe causa para el divorcio. Claro con esto no digo que no haya otras razones para la separación, pero en esos casos se recomienda a las personas afectadas que permanezcan solas, de otra manera caerían en adulterio. Aunque hay varios consejos recomendados por el apóstol Pablo en esta área creo que esta área esta clara.
El segundo asunto que debemos considerar el de acuerdo a 2 Cor 6:14 donde nos dice “ No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas?
Dios siempre ha insistido que su pueblo se mantenga apartado de las naciones idolatras. Tenemos varios ejemplos que podemos citar para probar este tema, pero vamos solamente a citar el verso arriba mencionado. El hacer una unidad desigual tiende a heredar muchos problemas indeseados. Por ejemplo, las diferencias de creencias, las diferencias de costumbres, y aun hasta las diferencias de vocabularios.
Estas diferencias nos hacen muchas veces tener encuentros desagradables porque en realidad somos diferentes. Cuando venimos a los pies de Jesucristo, salimos de las tinieblas a la luz. Es por eso que ya no tenemos parte con las tinieblas. No es que discriminemos en contra de otros, esto no es lo que se espera. Pero es imposible que seamos un “cuerpo entero” cuando estamos compuestos de 2 partes contrarias (noche-día, tinieblas-luz, justicia-injusticia, etc.).
Basado en el corto fondo presentado podemos concluir con lo siguiente:
Si el varón hubiera venido a la congregación como nuevo creyente para ser administrado era necesario “educarlo” en lo que significa un verdadero matrimonio. Con esto era también posible entender su estado civil “real”, sea separación por causa de fornicación o adulterio o fuese cualquier otra causa. Una vez educado el varón en cuestión tendría que hacer una decisión en su vida. Es menester que para tener una buena relación con Jesús se mantenga la santidad.
Con la dama en cuestión, también es necesario “educarla” en la misma área. Haciendo énfasis en los yugos desiguales y sus posibles causas.
Hno. Muñoz estos casos son siempre difíciles de tratar. Es por eso que en nuestras congregaciones no deben de faltar estudios para matrimonios, para familias, para nuevos convertidos en estas áreas. Cada una de estas áreas son extremadamente importantes en nuestros días. Estos estudios fundamentales ayudan a nuestras congregaciones a hacerle frente a tales situaciones.