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Voy a dejarles un pequeño testimonio, de cómo Cristo cambió mi vida. Cuando tenia 17 años acepte al Señor y fui a la iglesia unos cuantos meses, y volví nuevamente a la vida de joven, de fiestas y placeres, luego a los 24 años de edad, me invitaron a una iglesia y cuando hicieron el llamado pase al frente, este vez me dijeron que era para reconciliarme con el Señor, y acepte nuevamente, pero me aparte, cuando cumplí 28 años y ya casado, y desesperado porque perdimos a nuestro primer bebe, empecé a buscar de Dios, y volví nuevamente a la iglesia, y cuando hicieron el llamado de reconciliación volví a pasar y aceptar nuevamente.
Pero fue ahí que Dios me dijo que me estaba engañando a mi mismo, pues lo había aceptado tres veces y en ninguna ocasión había pedido perdón, no había habido un cambio en mi vida, ni una transformación, seguía igual, pero todo ese tiempo pensé que era salvo, porque me habían dicho que era salvo, y me preguntaba, Que pasa con todos los Pastores que estudian la biblia, gente sabia y preparada y porqué engañan al pueblo haciéndoles creer que con solo pasar al frente, y hacer una oración son salvos, para después jactarse que en sus predicaciones 10, 20, o 100 personas aceptaron al Señor, lastimosamente ni una de ellas pidió perdón por sus pecados y Cristo no mora en ninguno de esos corazones, uno de ellos era yo. que pasan al frente por emoción y no por convicción.
Porqué no me quede en la iglesia la primera vez cuando tenia 17 años, o a los 24 años? porque el pastor me dijo que yo ya era salvo!!!. Pero a los 28 años no fue el pastor sino Cristo quien me dijo que me había Salvado después de pedirle perdón, y desde entonces mi vida cambió, así que tengan cuidado quien les dice que es salvo.
Y me pongo a pensar en la escritura que dice "No todo el que dice Señor, Señor, entrara en el reino de los cielos" y la otra cita que dice "Apartaos de mi no os conozco al fuego eterno, y ellos dirán Señor en tu nombre, echamos fuera demonios, en tu nombre predicamos, y el Señor no les escuchara" Creo que esos son aquellos pastores, evangelistas y misioneros que no están haciendo la voluntad de Dios y no están predicando la Verdad del Evangelio, no predican el arrepentimiento para perdón de pecados, y pisotean la sangre del Cordero de Dios. Predicando prosperidad terrenal, y material.
Cuando me dí cuenta que no es meramente creer, o aceptar, entendí que si creí en el Señor tengo que seguir creyendo, le acepte y le sigo aceptando, me perdonó y me sigue perdonando, confié en ÉL, y sigo confiando. Pablo bien lo declara cuando dice: "Probaos a vosotros mismos" y "Por sus frutos los conocereís" Lastima que haya mucha gente preparada con mucha teología pero su corazón lejos está de Dios, viven engañándose a si mismos y engañando a muchos creyendo que son salvos, cuando ni siquiera conocen al dador de la vida. Hasta que no haya un verdadero arrepentimiento y limpieza de corazón, Jesucristo nunca podrá morar en corazones llenos de maldad, orgullo, de pecado, o de incredulidad. Es por eso que entre más aprendo más me doy cuenta que soy siervo inútil, que no puedo hacer nada si El Espíritu de Dios no está con migo.
Ahora que soy adulto y con tres hijos me doy cuenta, que El Poder del Espíritu Santo no es solamente para hablar en lenguas, Sino para Predicar el Evangelio de Cristo con Poder, y con denuedo. Hoy si puedo decir confiadamente, Soy Salvo, no porque acepté a Cristo, sino porque Cristo me acepto, me cambio, me perdonó y me dio nueva vida. Gloria a Dios. El error de los predicadores es decirle a la gente que acepten a Cristo, (Como si Cristo necesitara de nosotros) Cristo no necesita que Nadie le acepte, somos nosotros los que necesitamos ser aceptados por Cristo nuestro salvador, para perdón de pecados y una transformación sobrenatural, es ahí cuando nacemos de nuevo. Ahora ya no digo Cristo te ama, sino que ahora digo: Arrepientete de tus pecados para que Cristo te ame.
Dios les bendiga.
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