Señor, creemos en tus promesas. Tu palabra nos asegura que todo lo que pidamos en tu nombre nos será concedido, y yo lo creo. Por lo tanto yo te pido que te allegues ahora mismo hasta mi hermana Lourdes Rangel. Posa tu mano poderosa sobre la parte afectada de su cuerpo y saca de ella todo ese dolor de su hombro. Padre, con la autoridad que me da tu palabra, Yo declaro libre a tu sierva en el nombre poderoso de Jesús.

Mi querida hermana Rangel, desde mi hogar en el estado de Connecticut siento que Dios esta operando un milagro en Usted. A Dios solamente sea la gloria.