Teologia Biblia y Evangelismo
(TEO101)

INTRODUCCION

Para este curso estaremos usando le libro "Teologia Biblia y Evangelismo" Una Teologia Biblica de La Evangelizacion, escrito por Ismael E. Amaya y publicado por "Publicaciones De Las Americas"

NUESTRA ACTITUD FRENTE A LA BIBLIA

A fin de descubrir cual es la verdadera teología del evangelismo, tenemos que venir a la Palabra de Dios. Cristo mismo nos dijo: “Escudriñad las Escrituras” (Juan 5:39). Pero la actitud que tomemos frente a la Biblia, dependerá lo que saquemos de ella. Si leemos las Escrituras como un libro cualquiera, y con el propósito de sacar de ellas lo que a nosotros nos interesa, su contenido será de poco valor. Hay por lo menos cuatro actitudes básicas e indispensables con las que debemos venir a escudriñar las Escrituras, si hemos de sacar de ellas el mensaje que Dios tiene para nosotros.

La primera de ellas es reconocer que la Biblia es inspirada Palabra de Dios, y que por lo tanto es infalible en asuntos de fe y de práctica. Cuando abrimos sus paginas debemos hacerlo con el sentir de que estamos en “suelo santo”, porque “Toda la Escritura es inspirada por Dios” (II Tim. 3:16). Nuestro concepto de la inspiración de la Biblia definirá nuestra teología del evangelismo. Parafraseando las palabras del popular proverbio “dime con quien andas, y te diré quien eres”, bien podríamos decir: Dime cual es tu concepto de la inspiración de la Biblia y yo te diré cual es tu teología del evangelismo.

La segunda actitud que debemos mostrar frente al estudio de las Escrituras es integridad. El estudio de la Biblia demanda integridad intelectual de parte del que la estudia. Y nuestra integridad intelectual, a su vez demanda que estemos interesados en el  mensaje mismo de la Biblia. Tenemos que venir dispuestos a escuchar la voz divina, y la única forma de hacerlo es venir con la misma actitud de Samuel y decirle a Dios: “Habla, porque tu siervo oye” (I Sam. 3:10). Tenemos que dejar que la Biblia hable por sí misma. Como humanos, siempre corremos el peligro de querer hacer decir a la Biblia lo que nosotros queremos que diga. Pero el creyente honesto debe venir a la Biblia con el propósito de sacar de sus paginas las verdades que ellas contienen, y no lo que nosotros queremos encontrar.

En nuestros días existe un interés genuino y sincero de parte de muchos creyentes por descubrir “la fe que ha sido una vez dada a los santos” (Judas 3). El avivamiento moderno en teología bíblica esta basado en el deseo genuino y sincero de algunos teólogos de permitir que la Biblia nos hable. “Deje que la Biblia hable por si misma”, es el lema. Los escritores del Nuevo Testamento tenían una fe y la expresaron en sus escritos aunque no en una forma sistemática. Es nuestro deber tratar de descubrir esa fe.

La tercera actitud que la persona interesada en la teología bíblica del evangelismo debe mostrar es un interés sincero en el mensaje total de la Biblia. Siempre corremos el peligro de caer en una actitud de querer seleccionar ciertos pasajes, ciertos personajes, y ciertos énfasis de la Biblia. Corremos el peligro de enamorarnos tanto de Pablo, que nos olvidemos de Pedro y de Juan. O que nos sintamos tan obsesionados con los Evangelios que nos olvidemos de los Hechos y de las Epístolas. O estar tan interesados en el Nuevo Testamento que no tengamos tiempo de escudriñar el Antiguo Testamento.

El ser humano es, por naturaleza, tendencioso y por lo tanto corremos el peligro de, ya sea consciente o inconscientemente, procurar seleccionar solo aquello que más nos agrada o que va de acuerdo con nuestras convicciones. Tenemos que estar dispuestos a aceptar todo lo que el Libro Sagrado dice.

La cuarta actitud que debemos mostrar ante la Biblia, es reconocer su unidad. Tenemos que venir a ella con la actitud de que la Biblia es “un Libro” y no debemos tratar de dividirlo. Es un error, por ejemplo, tratar de separar a Cristo y a Pablo. No podemos dejarnos obsesionar con el Sermón del Monte de tal manera que dejemos de lado los pasajes que tratan de la Persona de Cristo. Predicar solo las enseñanzas de Cristo pero olvidarnos de su Persona es predicar una verdad a medias. Por otro lado, no es suficiente con solo saber todo acerca de Pablo, de Juan y de todo el Nuevo Testamento. Jamás podremos entender a Pablo sin el resto del Nuevo Testamento. Y jamás entenderemos el Nuevo Testamento sin la ayuda del Antiguo. Sin el estudio de este no podemos entender ni la misión de Cristo ni la misión de la Iglesia. Por lo tanto tenemos el sagrado deber de interpretar cada pasaje a la luz de todo el contenido de las Sagradas Escrituras, desde el Génesis hasta el Apocalipsis.

Juan Wesley, el gran fundador del Metodismo, dijo: “Quiero saber solo una cosa—el camino al cielo: Como desembarcar a salvo en aquella playa feliz. Dios mismo se ha comedido para enseñarme el camino. Porque para este fin vino Cristo del cielo. Lo ha escrito todo en un Libro. ¡Oh, dadme ese Libro! ¡A cualquier precio, dadme ese Libro de Dios! Lo tengo. Aquí tengo suficiente conocimiento para mí. Permitidme ser homo unius libri (“hombre de un libro”).

Es con este sentir—de que: (1) la Biblia es la inspirada e infalible Palabra de Dios, (2) estamos interesados en lo que la Biblia dice, (3) queremos considerar todo lo que la Biblia tiene que decirnos, (4) la Biblia es una unidad—que hemos venido a las paginas de la Palabra de Dios para tratar de descubrir cual es la verdadera teología bíblica del evangelismo.

Coste: $5,00